¿Cómo fue mi experiencia en Berklee College of Music?
No he tenido la necesidad de hablar mucho acerca de mi experiencia en la universidad, pero creo que este blog puede ayudar a alguien a tener una perspectiva más amplia acerca de estudiar música. Especialmente en una de las universidades más prestigiosas universidades de música popular contemporánea.
No soy alguien que dice que es NECESARIO estudiar en una universidad, pero sí creo que ayuda para tener los conceptos más esenciales de la música bien fundamentados. Hay muchas personas con las que trabajo que han aprendido música a lo largo de la vida con maestros particulares o por su cuenta y creo que eso es muy admirable. No todos tenemos la posibilidad de estudiar una carrera, pero eso no implica que no podamos desarrollarnos como un músico profesional. A final de cuentas, tener un título en esta profesión no sirve realmente de mucho.
Yo inicié mis estudios musicales gracias a un maestro particular que venía muy seguido a mi casa llamado Victor Ortiz. Le gustaba mucho el flamenco, el jazz y la música clásica – porque claramente había estudiado en la Nacional de Música – lo cual fue de gran ayuda para abrir mis horizontes y escuchar distintos géneros musicales. Al mismo tiempo, tuve la oportunidad de desarrollar mis habilidades para escribir con otra maestra particular que era amiga de mi mamá. Creo que estos dos profesores me ayudaron muchísimo a desenvolverme como escritor de canciones y a desarrollar una voz y estilo propio que suele ser de lo más complicado de conseguir cuando quieres iniciar tu proyecto como artista independiente.
Pero tocando el tema de la universidad, creo que Berklee fue un gran apoyo para mí porque tiendo a ser una persona muy desorganizada. En su momento, me ayudó mucho a yo tener mi propia forma de trabajo y a emocionarme por la cantidad de cosas nuevas que iba a aprender. Mi mentalidad cuando entré a Berklee fue la de ir a aprender, no tanto de formar contactos. Eso me trajo un par de desventajas a la hora de salir. Siempre he sido una persona muy sociable, pero enfrentarme a la cotidianidad de un país que no conocía y lejos de la gente que me quería me hizo cerrarme mucho para ser como normalmente soy con mis seres queridos. La realidad es que entrar a Berklee no es tan complicado si eres alguien que le apasiona mucho la música, porque eso es algo que incluso en el examen de admisión toman mucho en cuenta.
Yo no soy un virtuoso en mi instrumento, pero considero que tengo buenas ideas y la capacidad de crear conceptos únicos que hacen que mis composiciones no suenen repetitivas. Creo que una de las razones principales por las que me admitieron fue por mi nivel de inglés y porque desde antes de entrar, tuve la iniciativa de crear canciones; hacer mi propio material original (aunque tal vez eso no sea suficiente para conseguir una beca). Por desgracia, muchas universidades de música no consideran que la parte intelectual sea un factor tan importante para que te ayuden economicamente, lo cual me parece algo que puede llegar a desanimar a alguien que su fuerte sea el de crear y no el de tocar. Los instrumentistas con mejor condición y conciencia de su instrumento tienden a ser los que les dan la mayor cantidad de beca y supongo que de ahí radica la gigantesca competencia en el mundo de la música. Y en eso sí le doy puntos a Berklee, porque yo fui admitido gracias a mi formación intelectual para escribir canciones.
También yo tenía una ventaja, porque tuve la oportunidad de ir a uno de los primeros programas de verano en Berklee Valencia. Fue ahí donde encontré mi pasión por la música, ya que tuve muy buenos profesores que incentivaron mis ganas de cantar y de seguir componiendo. Curiosamente, me los volví a encontrar ya estando dentro de la universidad y seguían acordándose de mí, lo cual fue muy conmovedor.
Ya estando dentro de la universidad, conocí a muchas personas con proyectos de música independientes mucho mejor cimentados que el mío y pude abrirme a nuevos géneros musicales y técnicas de composición que hoy veo que se están desenvolviendo muy bien dentro de la escena indie en Latinoamérica. Por lo menos, tuve la oportunidad de encontrar a gente que le gustaba mi música y que además tenían muchas ganas de trabajar en su propio proyecto o de formar proyectos nuevos como lo fue 4NALOG, Mena o MAINOU que son grandes amigos con los que he tenido la fortuna de trabajar.
Hoy en día puedo decir que tal vez Berklee no me dió todo lo que yo necesitaba, pero sí ha sido un trampolín muy grande para mi carrera como artista y mi crecimiento personal y eso lo agradezco muchísimo.
Adjunto evidencia fotográfica de mi primer día en ese summer program en Valencia.
